Fábricas de estrellas
Cuando una estrella lo suficientemente grande (unas 100 ó 1000 veces más grande que nuestro Sol) colapsa y explota, deja tras su muerte una inmensa nube de gases y polvo que puede ser vista gracias a la luz de estrellas vecinas o de estrellas nuevas que nacieron en su interior. Estos cúmulos de material estelar, principalmente hidrógeno, helio y otros elementos poco pesados, son lo que llamamos nebulosas.
Las nebulosas se encuentran en prácticamente todas las galaxias, y además de tener formas y colores impresionantes, también son los crisoles donde se originan otras estrellas. Todo el gas y polvo de que están formadas las nebulosas, es calentado por la radiación de estrellas aledañas y se comienza a concentrar hasta formar estrellas nuevas. Por eso es común que al interior de las nebulosas se encuentren estrellas en todas sus etapas de vida.
Las nebulosas pueden ser oscuras o, si se iluminan por estrellas cercanas o estrellas inmersas en ellas, pueden ser brillantes. Las nebulosas de emisión, generan radiación proveniente del polvo y los gases ionizados como consecuencia del calentamiento a que se ven sometidas por estrellas cercanas muy calientes. Algunos de los objetos más sorprendentes del cielo, como la nebulosa de Orión, son nebulosas de este tipo.
Las nebulosas de reflexión, como su nombre lo dicen, reflejan y dispersan la luz de estrellas poco calientes de sus cercanías. Las Pléyades de Tauro son un ejemplo de estrellas brillantes en una nebulosa de reflexión.
Y las nebulosas oscuras, son nubes poco o nada luminosas, que se representan como una mancha oscura, a veces rodeada por un halo de luz. La razón por la que no emiten luz por sí mismas es que las estrellas se encuentran a demasiada distancia para calentar la nube.
Antes de la invención del telescopio, el término “nebulosa” se aplicaba a todos los objetos celestes de apariencia difusa. Por esta razón, a veces las galaxias (conjunto de miles de millones de estrellas, gas y polvo unidos por la gravedad) son llamadas indebidamente nebulosas. Sin embargo, hoy en día, sabemos lo que son y ya no existe ninguna confusión.